Varios estudios demuestran que los individuos que tienen una visión y un conocimiento de sus valores personales tienden a estar más comprometidos y motivados tanto en su vida privada como en el trabajo.

 

Además, cuando hay coherencia entre los valores personales y el lugar de trabajo, los efectos positivos se amplifican, lo que conduce a una reducción del estrés y la ansiedad asociados al trabajo. Los líderes que conocen a fondo tanto sus valores personales como los de la organización son percibidos como más creíbles y les resulta más fácil tomar decisiones.

 

En nuestro análisis del compromiso vinculado a los valores, partimos de la investigación y el método de medición de Posner & Schmidt. Como se ilustra en el gráfico de la izquierda, el compromiso de un individuo en el lugar de trabajo (en una escala de 1 a 7) aumenta con su percepción de los valores personales. En particular, tener una visión clara de los valores de la organización, sin claridad sobre los valores personales, no tiene ningún efecto.